El puerto de la Savina es la entrada principal a la
isla de Formentera. Su localización geográfica
le concede un especial interés, pues es el límite
entre una zona urbana, el mar mediterráneo y
un estanque de agua salada que forma parte del
Parque Natural de Ses Salines. La protección a
mar abierto que ofrece este estanque ha propicia-do
que tradicionalmente se utilizase como puerto
natural donde fondear pequeñas embarcaciones
de pesca y, en la actualidad, la administración lo
haya estimado idóneo para alojar la escuela de
vela municipal así como otras dependencias rela-cionadas
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con los deportes náuticos.
El programa funcional ofrecía una dualidad (au-las
+ oficinas versus taller + vestuarios) que se
ha materializado dividiendo la volumetría en dos
cuerpos independientes alineados el primero con
la calle de s’Almadrava y el segundo con el pasaje
de Balandra. En la intersección de ambas vías, el
edificio ofrece un vacío cuya permeabilidad visual
conlleva también el acceso principal al equipa-miento.
Entre los dos volúmenes descritos apa-rece
una estructura que proporciona un espacio
de relación a la sombra y cuya geometría oblicua
invita a disfrutar de las excelentes visuales que
se abren hacia el Estany des Peix.