ARQUITECTURA & MADERA 21
La instalación de pisos de
madera sobre calor radiante
Con las nuevas prácticas de
construcción y remodelación, la
demanda de usar calor radiante
en el piso ha aumentado con-siderablemente
en los últimos
25 años. El calor radiante pro-porciona
un calor uniforme sin
puntos fríos dentro de una habi-tación
y proporciona una como-didad
que no puede ser igualada
por ningún otro tipo de sistema
de calefacción.
La instalación de un suelo ra-diante
consiste básicamente en
colocar los conductos de calor,
distribuyéndolos en el forjado,
interponiendo un aislante tér-mico
para evitar que el calor se
disipe hacia la planta inferior.
Sobre los conductores se colo-ca
una capa de mortero de ce-mento
o anhidrita y arena de un
espesor mínimo de 4 cm y máxi-mo
de 6 cm y luego va el solado.
Tras la instalación del suelo ra-diante,
se puede colocar un sue-lo
de madera.
Para obtener unos resultados
óptimos en el suelo radiante, el
pavimento de madera puede ser
tanto macizo como multicapa,
pudiendo llegar a grosores de
hasta 20 mm utilizando made-ras
nobles de 600 kg/m3 de
densidad y sustratos, en el caso
del multicapa, del orden de 500