ARQUITECTURA & MADERA 63
Desde su porche de 100m2, se
pueden contemplar los impresio-nantes
acantilados de Menorca.
Este espacio a caballo entre un in-terior
y un exterior funciona como
extensión de la cocina, comedor y
sala de estar y es donde la mayor
parte de las encuentros sociales
tienen lugar. También puede ser
entendido como un gran espacio
genérico que permite configura-ciones
flexibles, a la vez que une e
interconecta las diferentes zonas
de día a modo de umbral entre ar-quitectura
y naturaleza. Gracias
a su doble acristalamiento, este
espacio funciona como un amor-tiguador
térmico, transformán-dose
en los meses templados en
una acogedora galería, en verano,
en un porche fresco y sombreado
y, en invierno, en una cámara ais-lante
de aire caliente. En el jardín,
olivos silvestres y vegetación local
rodean una gran plataforma de
marés con una piscina revestida
interiormente en piedra gris.