La luz y la madera caracterizan este vivero gracias
a un elegante abeto blanco para techo y paredes,
a cenizas duras en el piso con calefacción y a las
salas de grupo, que están acristaladas hasta una
altura de 2,50 metros, tanto en el pasillo como en
el jardín. A esta altura, las paredes son blancas
con un marco de madera circundante y los techos
acústicos crean un ambiente hogareño. Además,
una gran cantidad de detalles amorosos, como los
pedestales extraíbles de los sótanos de la cocina
en el comedor, que también permiten a los más
pequeños llegar al área de trabajo, el inodoro o el
compartimento para los padres “hacen del edifi-cio
una verdadera casa para niños”.
84 ARQUITECTURA & MADERA