El hecho primitivo y la tradición de reunirse alrede-dor
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del fuego, como momento de recogimiento fa-miliar,
era un concepto que queríamos mantener.
El gran espacio abierto de la zona de día va gene-rando
estancias semi recogidas, mediante el mo-biliario,
abrazando los espacios y formando zonas
más acogedoras típicas de la montaña. El sofá alre-dedor
del fuego, el banco, la mesa, la isla de cocina,
van marcando el ritmo de las diferentes estancias
dentro de un espacio visualmente continuo.
Distribución
La entrada principal de la casa se hace a nivel de
la calle. Siguiendo el recorrido hacia la planta baja
nos encontramos con dos ventanas que nos en-marcan
las vistas del valle y de las montañas del
parque natural del cadí.
La planta Baja en forma de L, está formada por
dos alas claramente diferenciadas, la zona de día
totalmente abierta y orientada a sureste, y la zona
de noche más compartimentada, orientada a su-roeste.
Entre una y otra hay un desnivel de 55cm
que nos permite adaptar mejor la forma de la casa
al terreno de la parcela.
El pasillo de acceso a las habitaciones es un espa-cio
estrecho y alto, donde se plantea un gran lu-cernario
corrido que inunda la estancia de luz na-tural,
dando vida a un espacio residual. La pared
del pasillo al estar enterrada, se trata con unas
arcillas naturales que nos ayudan a controlar la
humedad en este espacio.
Se proyectan 3 dormitorios exactamente iguales,
pensados para los 3 hijos de la familia. Pero actual-mente
dos de las habitaciones quedan unificadas,
para generar una gran habitación de niños, para,
que ahora que son pequeños, tengan un gran es-pacio
para jugar y puedan dormir todos juntos. La
otra habitación queda para invitados y al fondo del
ala se sitúa la habitación principal.